Bases para una estrategia energética de América Latina y el Caribe para la década de los 90 / Organización Latinoamericana de Energía
By: Organización Latinoamericana de Energía (OLADE)
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SGC - Bogotá | General | L-4681 (Browse shelf) | Available | 006468 |
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Contiene bibliografía (Páginas 53- 57)
Los cambios en el contexto mundial durante las últimas dos décadas: los cambios políticos: el paso de la bipolaridad a la multipolaridad, reestructuración de la economía mundial, el contexto energético internacional: seguridad, abastecimiento y variaciones de precios -- Las transformaciones necesarias en América Latina y el Caribe en la próxima década : reestructuración económica y social, el cambio de los sistemas energéticos en América Latina y el Caribe: necesidad impostergable -- Propuesta para una estrategia energética regional en los noventa: la integración energética como eje de la estrategia regional, objetivo fundamental: hacia un nuevo esquema de desarrollo energético para América Latina y el Caribe, Políticas centrales, principales estrategias de acción, consideraciones finales.
1. Para superar los problemas actuales, América Latina y El Caribe debe encarar transformaciones profundas en su estructura económica, en un contexto de equidad social, así como replantear su inserción en la economía mundial. La Región enfrentará un duro pro-ceso de ajuste en la próxima década, al tiempo que deberá comenzar a introducir los cambios requeridos con un horizonte de largo plazo. De todas maneras, la superación del actual retraso -más de una década perdida si se mide en base al producto por habitante, y unos dos decenios y medio si se considera el retroceso en el abatimiento de la pobreza- no será fácil, en el mejor de los casos, si se encaminan los esfuerzos en la dirección correcta, la recuperación del crecimiento económico permitirá un avance significativo en la reducción de la pobreza en un lapso de alrededor de dos décadas, período que puede extenderse a más de medio siglo si solamente se produce una reactivación moderada dentro de una línea de continuidad.
2. El actual esquema de desarrollo energético se caracteriza entre otros rasgos importantes, por una marcada orientación hacia la expansión centralizada del abastecimiento, como principal línea de acción, descuidando las actividades relativas al manejo de la de-manda; políticas de precios establecidas por consideraciones de corto plazo y no siempre de carácter económico; recurrencia frecuente a los subsidios para enfrentar los problemas sociales; criterios para el financiamiento
de las inversiones basados fuertemente en recursos ajenos a la explotación de las empresas; escasa consideración de los problemas ambientales vinculados a la explotación y uso de las fuentes de energía.
3. Un problema importante del esquema energético prevaleciente, es la severa crisis financiera del sector desatada en los ochenta -luego del expansionismo de las décadas anteriores, sobre todo la del setenta-, dentro de un con-texto de dificultades en el desempeño global del sector y en la gestión de las empresas públicas. Asimismo, dicho modelo no es ambientalmente sustentable: el abatimiento de la pobreza objetivo fundamental para la conservación del medio ambiente- implica el aumento del consumo de energía, lo que sería inviable, por sus repercusiones ambientales y económicas, dentro del esquema actual de baja eficiencia energética.
4. Es factible y necesario, en consecuencia, introducir cambios significativos en el balance energético de la Región. Para ello se requiere un lapso considerable, dada la inercia propia del sector de la energía y las dificulta-des actuales y previsibles en el entorno económico, lo que reduce el margen de posibilidades en el transcurso de sólo una década. Por lo tanto, es imperativo orientar desde ahora los sistemas energéticos de América Latina y El Caribe hacia un escenario de transformación, para comenzar a percibir algunos resultados positivos en la próxima década.
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